El diario de las cajas de fósforos (Reseña)

Fleischman, P. (2013) El diario de las cajas de fósforos. Barcelona:Editorial Juventud.

Autor:

Fleischman nació en Santa Mónica, California, en 1952. Es hijo de Sid Fleischman, también escritor. Paul es un reconocido autor de literatura infantil, que a lo largo de su trayectoria profesional ha recibido numerosos premios que avalan su valía como escritor. Algunos de estos son la Medalla Newbery (1989) por “Joyful Noise: Poemas para dos voces” o el Premio Nacional del libro en 2003 por “Breakout”. Cuanto a los géneros que abarcan las obras infantiles, estos abarcan la poesía, la ficción, los álbumes ilustrados, novelas, no ficción, … No obstante, también ha escrito artículos y algunas obras destinadas a lectores adultos.

Resumen:

El diario de las cajas de fósforos es un álbum ilustrado en el que se narra la historia de una niña con su bisabuelo. Este último, al ver la fascinación de la pequeña por los variopintos objetos que alberga la sala, le dice que escoja el que quiera y él le explicará la historia de ese objeto. La niña elige una vieja caja de puros que contiene muchas cajas de cerillas. El anciano le explica que a lo largo de su vida ha ido guardando cosas que preservan un recuerdo de las diversas etapas o momentos de su vida. A lo largo del libro, va mostrándole el distinto contenido de cada caja de fósforos y explicando la “relevancia” de él.

Por ejemplo, en el caso de la imagen que se muestra a la izquierda, se puede observar que la caja de cerillas contiene letras de imprenta. 

Cuando se la muestra, el anciano le cuenta a su nieta que cuando terminó la escuela, comenzó a trabajar en una imprenta, y que, antes de que se inventaran los ordenadores, se utilizaban estas pequeñas piezas de plomo para realizar las composiciones tipográficas.

Formato:

Por lo que respecta al formato, “El diario de las cajas de fósforos” está encuadernado en cartoné. Consta de 38 páginas, cosa inusual tratándose de un álbum ilustrado (ya que suelen tener una extensión inferior), repletas de ilustraciones a todo color. Hace falta hacer una mención especial a las impresionantes ilustraciones que ornan el texto. Han sido creadas por Bragam Ibatoulline, quien han sabido emular perfectamente el efecto de las fotografías antiguas del siglo XX. Además cabe destacar el amplio elenco de elementos que incluye en ellas, ya se ha pensado hasta en los pequeños detalles, que marcan la diferencia entre las ilustraciones de este álbum ilustrado y las de otros en los cuales simplemente se destaca aquello más importante y se prescinde del resto de elementos de menor importancia.

Opinión:

En mi opinión, La diario de las cajas de fósforos (2013) es un excelente libro que puede ser realmente útil para tratar en el aula el respeto a nuestros mayores y la importancia de conservar recuerdos de todo aquello que hemos vivido, puesto que esas vivencias contribuyen ,en mayor o menor media, a la forja de nuestra persona.

Al margen de su utilidad didáctica, cabe destacar la profundidad de la trama y la excelente relación de las ilustraciones con el contenido que se narra a los algo de sus 38 páginas. Es sin duda un libro que encandilará a grandes y pequeños por los elementos que ya hemos citado: sus ilustraciones “vintage”, la curiosidad que sentirá el lector por saber que guarda cada una de las distintas cajas de cerillas,…

Así pues, si queréis descubrir los pintorescos objetos que guarda cada una de las cajas de fósforos y conocer los recuerdos que atraen estos, os invito a leer “El diario de la caja de fósforos”, un libro que de bien seguro, os traerá recuerdos de tiempos pasados u os incitará a preguntar a vuestros mayores por sus anécdotas.

Y como alguien dijo:

“Recordar es volver a vivir”